jueves, 21 de enero de 2010

La mejor parte, suele estar al final.

Bien es verdad, que, la mayoría de las veces, nos dejamos llevar por el primer impacto visual.
Un regalo bien empaquetado, con su lazo y tal, siempre dice más que otro sin envoltorio… o, incluso envuelto, pero sin glamour.
No obstante, yo soy de las que piensa, que la paciencia tiene su recompensa. Y que, muchas veces, lo mejor lo encuentras al final.

Ejemplos.
Un flan.
Bueno, siempre que te lo comas directamente en el vasito.
¿Cuál es la mejor parte? La de abajo. Justo donde está concentrado el caramelo y la parte tostada del flan.
Un helado de cucurucho.
Lo mejor?... el piquito del final del cucurucho. Esa que está llena de chocolate!!
Un huevo kinder.
¿Dónde esconde su sorpresa?... en su interior.

…Puedo seguir, ¿eh?.

En fin, que yo creo que no se deben juzgar las cosas, y mucho menos a las personas, por la primera impresión.
Sobre todo, porque, a ver a quién no le han regalado algo horroroso en su vida, que viniese envuelto de manera exquisita.
Y el chasco que te llevas… ¿qué?

Con este blog, así como el grupo y su página en Facebook, pasa lo mismo.

No digo yo que no. Puede, que un título como: Guapas, estupendas y listas que te cagas, a primera vista, sugiera un grupo frívolo. Un grupo de mujeres, que sólo se preocupan por su aspecto físico. Engreídas, caprichosas, pijas… vale, puede que lo parezca. Pero, ¿y si investigamos un poco? ¿si quitamos el envoltorio y miramos dentro?
Pues, entonces, resulta que no tiene nada que ver con la idea que nos habíamos hecho.
Resulta que no se da importancia al papel de regalo con el lazo, si no, lo que va dentro.
Lo verdaderamente importante.

También he tenido que escuchar, algo así como que, el éxito del grupo radica en la inmadurez emocional de sus miembros.
Bien. Interesante…

¿Por dónde iba?

A ver. Ya no soy una niña. Soy madre de tres niños (por cierto, preciosos), trabajadora fuera y dentro de casa, y, de un tiempo a esta parte, me siento a gusto conmigo misma.
Resulta, que, un buen día, tras muchos años caminando con la cabeza agachada, decido levantarla, mirar de frente y.. ¿qué descubro? Que no estoy nada mal.
Tengo mis defectos, por supuesto, pero, quizá muchos de ellos también sean responsables de mi personal atractivo.
Además, resulta que, también me siento más segura de mi misma. En todos los sentidos.
Ahora, como voy con la cabeza levantada, veo mejor por dónde voy, y lo que me viene de frente, así que, puedo esquivar todo lo que no quiero que choque contra mí.
También soy más valiente y aguanto más tiempo una mirada directa.
Si me siento atacada, seguramente responda, si considero que merece la pena hacerlo. Que tampoco estoy para perder mi tiempo con quien no lo merece.

Siento que he sufrido una “metamorfosis”. Sí. Eso ha debido ser.
Lo cierto es que, ahora, es cuando me siento como reza el título de este blog y no miro atrás, añorando tiempos pasados.
Miro el presente, y el futuro, y doy pasos siempre hacia delante, porque, como alguien dijo, no se debe retroceder, ni para coger carrerilla.

Afronto mi realidad con optimismo, porque ya es suficientemente triste esta vida, cómo para que no le pongamos ganas, alegría, ilusión, energía, etc.

En realidad, este cambio de actitud en mí, es lo que un día me impulsó a crear el grupo Guapas, estupendas y listas que te cagas.
Porque entiendo que todas las mujeres deberían sentirse así.
Da igual el color de su pelo, sus ojos, su piel. Su estatura o peso, carecen de importancia. Porque lo que vale realmente, es aceptarse, quererse, valorarse uno mismo.
Si eres capaz de conseguirlo, no podrán contigo.

Por supuesto, no pretendo competir con los profesionales y eruditos en esto de contar cosas.
Me conformo con saber que, alguna de las personas que se asoman al blog, o a la página del grupo, descubren que la vida se ve de otra forma, cuando te sientes bien contigo misma. Y que, por supuesto, ellas también son guapas, estupendas y listas que te cagas.


Esther Alvarez.